No es el día para ponerse tiquismiquis, puntilloso, y
dedicarse a analizar el juego del Athletic de forma severa. Fue un encuentro
extraño en cualquier caso, al menos por parte rojiblanca, en el que los noventa
minutos fueron un compendio de las virtudes y defectos de un grupo que, para
bien o para mal, aplica una receta futbolística distinta, propia, que tiene
fascinada a gran parte de su afición, aunque existan detractores
Guadiana que por no dar su brazo a torcer no estén
disfrutando de una temporada que tardará años en repetirse.
Los de Bielsa comenzaron el partido fieles a su estilo,
tardaron unos minutos en entrar en juego, pero se manejaron cómodos durante el
primer cuarto de hora. Lanzados por un Susaeta que los últimos partidos ha dado
el paso adelante que se le exigía, pusieron en evidencia la endeble defensa del
equipo alemán, si bien, como casi siempre, sus llegadas al área rival quedaron en
nada merced a la ya clásica falta de definición. No manejaba, con todo, con comodidad
el encuentro en el centro del campo, algo que este Athletic necesita, por la
bajada de rendimiento de un Herrera que necesita operarse de inmediato, por el
estado de un terreno de juego que no facilitaba la circulación de balón o por
un Iturraspe muy encimado que, además, actuaba con tiento por la injusta
tarjeta amarilla que recibió en la primera falta del partido. Todo ello daba
pie a un partido abierto, algo trabado, donde brillaban por su ausencia las
combinaciones en la medular, con pérdidas de balón en distribuciones teóricamente
sencillas. En una de las entradas por banda derecha llegó el gol de Llorente,
el cero a uno, que parecía que podía romper el partido en favor de los intereses
visitantes. Flojearon zaga y portero locales y no perdonó desde el suelo
Llorente, que demostró estar en mejor forma , agresividad y un apetito voraz.
La de cal llegó un minuto después. Si los pocos que siguen
la liga germana en general, y al Schalke en particular, porque es un tostón, no
nos engañemos, ya habían advertido que los de Gelsenkirchen gozan de una pegada
espectacular y una defensa sin garantías. Calcaron el diagnóstico. Raúl igualaba el encuentro sin dejar prácticamente
tiempo a la afición rojiblanca para celebrar la ventaja en el marcador. Desde
ese gol hasta el pitido final de la primera mitad el encuentro fue ya un
monólogo local, una apisonadora que encerró al Athletic en su campo,
obligándole a defender dentro de su área y con serios problemas para salir no
ya a contragolpear, sino a desahogar la
retaguardia. Llegar con empate al descanso fue un logro y un respiro.
Bielsa actuó. Retiró a Herrera, un cambio evidente, dio
entrada a Ibai y centró a Muniain. Su equipo lo agradeció y comenzó la segunda
parte mandando, cómodo, y generando unas llegadas que no supo, como casi
siempre, aprovechar. No estaban mal los rojiblancos cuando en un ataque de los
alemanes, que lo hacían como los bárbaros, con todos al asalto, pusieron coto a
la portería de Iraizoz, desconcertante, hasta que Raúl, otra vez él, aprovechó
un despeje flojo y al centro del área de Amorebieta. Ahí llegaron los problemas
del Athletic, que durante trece minutos estuvo a merced del contrario,
peligrando el marcador y temiéndose encajar el tercero. Pudo hacerlo el grupo
de Huub Stevens, pero no supo o no pudo y dejar vivo a los chicos de Bielsa tiene
ciertos riesgos. Si sus carencias estaban quedando de manifiesto, una defensa
poco expeditiva y un centro del campo superado, pronto consiguieron abrir el
frasco de las esencias.
Lo hizo Llorente, como los cracks, cuando más falta hacía y en
la primera oportunidad que tuvo, de córner bien lanzado por un Ibai que va
ganándose la confianza del técnico, saltando entre varios centrales y enviando
un testarazo al butrino. Silenció al bullicioso estadio y golpeó en el estómago
de la moral alemana.
Ahí estuvo el punto de inflexión del partido, la jugada
clave. Un Athletic enrabietado surgió de ahí, lanzado, sobre todo por un buen
Markel –no confundir con Merkel- y su mejor amigo, de Marcos, que acompañando a
Muniain se convirtieron en sendos puñales que acribillaron en velocidad al
Schalke, que se preguntaría en qué se basaban esos insensatos que hablaban por
Bilbao de equipo reventado en lo físico.
El intercambio de golpes decretado por el entrenador local
lo pagó caro el Schalke. De los cambios ofensivos salió beneficiado el
Athletic, que dispuso de más ocasiones que su rival y supo aprovecharlas.
Cierto que Huntelaar envió al palo cuando de Marcos ya había hecho el dos a
tres, pero al margen del jugadón que ya en el descuento transformó Munain en
cuarto gol, el Athletic pudo haber transformado alguna llegada más.
Fue una locura, una gozada, una película de intriga con el
mejor final, un premio para quienes no pudiendo ir de vacaciones gozarán de una
fiesta el próximo jueves en Bilbao, en una Catedral que deberá reventar para
premiar el esfuerzo y el juego de su equipo.
En anécdota queda la lamentable transmisión de Telecinco, su
parcialidad manifiesta, sus comentarios incluso despectivos hacia el Athletic,
la alegría por los goles de Raúl, la preocupación por si el madrileño está o no
para jugar con la selección del marqués, el esfuerzo intelectual que se debe
realizar para entender a Kiko o Morientes…
Qué orgullo de militar en esta locura. De poder ir a Madrid,
de soñar por conocer Bucarest, aunque ello requiera la más difíciles de las
negociaciones, la de casa. Nos va a arruinar Don Marcelo.
Ja,ja, lo de la nefasta influencia de Don Marcelo en las economías caseras ya lo he oído.
ResponderEliminarOjalá, Gontzal, que no nos despertemos del sueño y sigamos disfrutando. En todo caso, seguro que tú y yo, al menos, seguiremos entonando beti zurekin, pase lo que pase.
Iñaki precisamente dándome una vueltita por las redes sociales me sorprende ver a algunos a los que el fútbol es ajeno cómo se suben al carro ahora. ¡Ay! ¡Cuántos están sólo para las maduras!
ResponderEliminarEfectivamente, ahí estaremos con el beti zurekin.
¡Que últimos 25 minutos del Athletic! Todavía recuerdo el 2-1 con el Schalke al abordaje, el Athletic superado y el minuto 66. Que importancia tuvo el volver a tomar el pulso del equipo en una noche que podía haber sido negra perfectamente y así pintaba. En cuanto les cayó el 2-2 el Athletic los fundió. Pero para llegar ahí, Gorka tuvo que sostener al equipo en un cuarto de hora dramático. En cuanto empezó a robar el balón el Athletic en la primera linea de presión por parte de Ibai, Susaeta, Muniain, etc, rompió al Schalke, con pocos efectivos para cuidar esas acometidas del Athletic.A veces no te sale un partido redondo, pero remontar un partido con esa presión y cuando te están pasando por encima en amplias fases del partido es complicado. Que se lo digan al Valencia por ejemplo. Este Schalke fue eliminado por el United hace 8 meses en semifinales de la Champions, lo digo antes de que alguno diga que es una banda. Para eso hace falta carácter también. En Europa eso es fundamental, y ayer el Athletic demostró tenerlo por arrobas.
ResponderEliminarEn cuanto a los comentarios de Telahinco, pues lo dicho. Desprecios continuos al Athletic, animando a Raul, preguntándole por él a los jugadores del Athletic, diciendo que si no dabamos un duro por vosotros a De Marcos. Vamos, que parecía que había ganado el Schalke.
Faltaron los comentarios de que Llorente, De Marcos y Muniain y estaban para irse a un grande de parte del "Moro". Para mear y no echar gota.
Menos mal que no soy sólo yo. Ya al final uno piensa que es un forofo energúmeno... Mi mujer se me enfada cuando les grito a los de la tele...
ResponderEliminarYa sé que no me oyen, pero me sacan de quicio. Cuántas veces dijeron "gol de Rául"?
Así que mientras no cambien de comentaristas no va a quedar más remedio que ir el 19 a Lisboa.
Como he comentado por ahí, de los pocos partidos que hemos tenido más pegada que elaboración de juego, pero- hablo como aludido- la impresión que tenía del Schalke era que nos iba a dejar oportunidades, ya que juegan directo, con ritmo y sin transiciones.Dicho ésto, coincido totalmente con el análisis del partido y recomiendo la Bundesliga, es muy entretenida, campos llenos y, al parecer, sale más barato ir al campo que una pajilla telefónica.
ResponderEliminarAyer me sobró una cosa en el Athletic y fue el no saber cuándo despejar con contundencia atrás, se peca muchas veces de querer salir con el balón jugado en situaciones muy comprometidas. No está solucionada la eliminatoria aunque sí encarrilada siempre que no nos confiemos y nos metan un gol al principio del partido. El Schalke baja algo fuera de casa y no sé cómo se tomarán el partido de vuelta. Van terceros en Bundesliga y hacia arriba, ojalá que prefieran centrarse en buscar un puesto en Champions.
Lo de Telecinco se veía venir, estaba anunciado, afortunadamente la semana que vienen estarán en Hannover y me parece que asistiendo a una debacle. Ojo al Hannover que se está volcando en la Europa League y no descarto verle en la final. Eso sí, agradezco que nos enseñaran a dos ejemplares del landismo vestidos con camiseta del Madrid con el 7 de Raúl y bandera de España al hombro. Hay momentos que son impagables, como tener un jardinero entre los caños de cerveza.
Gontzal, de lujo, como siempre. Los comentarios, lo mismo.
ResponderEliminarEs que resulta grato escribir y leer crónicas de este equipo que enamora. Que sorprende a Europa. Que devuelve con creces el importe del billete.
Tiene la marca y el estigma de esos equipos que hace historia de la grande, porque no renuncian jamás al ataque, a la codicia de buscar el arco de enfrente, aun cuando son superados -como ayer- durante muchos momentos del juego.
Si por algo nos gusta el futbol, si hay un ingrediente que lo hace único, es por cuestiones como las que propone el Athletic ... que ya ganó. Siga como siga la historia YA GANO. El mundo habla sorprendido de este equipo y yo ya me he agendado un buen poster de este plantel que se queda para siempre en mis retinas. Suerte la mia que vivo en Buenos Aires, porque dan ganas de invertir en esta gira mágica ... y la parroquia "zurigorri" que esté feliz, que seguirá gastando dinero en cruzadas que -como esta- no tienen precio.
¿Como ponerle precio a que ayer, luego de pasarlo bastante mal y con el 3 a 2 en el zurrón, ver a Iraola en el area germana buscando el cuarto? ... yo por tipos asi, rompo todas las alcancías!
Contini, de estar en Biskaia, te aceptaba de mil amores el convite, con la condición "sine qua non" de que los caldos corrieran por mi cuenta.