Pronto se puso la cosa cuesta arriba, para el primer minuto, cuando Herrera cometió una faltita en la frontal del área, evitable, cierto es, que el árbitro, sobre el que ya nos detendremos, señaló ansioso cuando pocos segundos antes había obviado otra sobre Ramalho, por ser desconocido, por ser del Athletic y, seguramente, quién sabe, por ser negro.
Engaña quien no reconozca que en ese momento se le paso por
la cabeza abandonar San Mamés, el bar o apagar el televisor de casa, porque el
miedo a la goleada, al ridículo, a la deshonra, pasó por la cabeza de casi
todos. Y, sin embargo, el Athletic se rehízo. Liderado por un gran Herrera, que
tiró de orgullo para demostrar que él también tiene calidad, contagió a sus
compañeros, que dieron paso a unos minutos al mejor nivel de toda la temporada,
algo que cotiza barato, por otra parte. Que en el centro del campo de los vizcainos
las cosas funcionasen, seguramente, vino condicionado por la posición algo más
retrasada que ocupó Herrera, muy cerca de su tocayo Iturraspe, que facilitó
además de bastantes recuperaciones una buena circulación de balón.
Lamentablemente, el Athletic sigue fallando donde ya nos
hemos hartado de señalar. Sus llegadas rara vez fructifican, los pases finales
resultan equivocados, los centros desde banda desacertados, los lanzamientos de
córner un desatino y los tiros a puerta menos letales que los disparos con una
pistola de agua. Que dominase al Madrid, que lo tuviese a su merced, solo queda
como consuelo. Porque pudo y debió, al menos, haber certificado el empate.
Ocasiones las hubo, jugadas para la polémica, también. Pero no esperemos a
estas alturas de campaña ya ningún tipo de conmiseración de los trencillas.
Al descanso la satisfacción era la tónica general en la
grada, aliviados todos por haber puesto freno al Madrid, plantarle cara,
demostrar que la goleada que todos temimos tendrían que trabajársela. La duda
estribaba en conocer qué nivel de fuerzas marcaría la aguja de los zurigorris.
Y se resolvió para la hora de partido, cuando Bielsa se decidía a dar un poco
de fuerza y profundidad al equipo con la entrada de Iraola y Toquero.
El capricho del azar quiso que antes del doble cambio Ronaldo
marcase el segundo de la tarde y de su cuenta particular, demostrando el impresionante
jugador que es, así como la miseria moral, personal y deportiva que encarna. La
calidad como futbolista de Cristiano es inversamente proporcional a su
categoría como ser humano, cada semana que pasa demuestra que cualquier piedra
de los acantilados de Funchal le supera en coeficiente intelectual. Tampoco
debe sorprender puesto que a un niñato como él solo le falta el ciego apoyo de la
caverna mediática de pantalón corto, esa que tanto ayer como ya hoy lunes
denuncia el comportamiento de los jugadores del Athletic o desacredita a la
afición de San Mamés.
Ni tan siquiera Teixeira, tan dado él a señalar cualquier
atisbo de falta por cualquier mínimo contacto, debió observar muy punible la
forma de marcar al luso por parte de los jugadores rojiblancos. Y eso que era sabedor
de que el madridismo tenía el nombre del menor de los hermanos cántabros apuntado
como uno de los colegiados que les debían favores, por aquel famoso arbitraje
del Camp Nou. Ayer, sin embargo, supo perfectamente cómo debía actuar para
reconciliarse con Mourinho y dejar de ser un tipo sospechoso para los
merengues. Sin querer saber nada en las áreas (¿hubo penalti a Susaeta?), con
criterio voluble en la señalización de las faltas, cobarde y favorable al Madrid
en cada jugada dudosa. Nada nuevo bajo el sol, sólo cabe esperar a que estos
dos mequetrefes que la señora Vitienes debió concebir en algún local situado a
la vera de una carretera nacional, de esos adornados con luces rojas en su
fachada, no vuelvan a pitarnos en lo que queda de campaña.
Al mal sabor de boca que queda por la derrota, por la complicada
situación clasificatoria, por lo larga que se hace una temporada plagada de
desilusiones, se unió ayer la afrenta de tener que presenciar a Llorente portar
el brazalete de capitán del Athletic. De acuerdo que la capitanía responde a
códigos internos del vestuario –aunque alguna perla ya tiene el Athletic a modo de excepción- pero resulta una provocación que quien no
desea seguir, quien ha encabezado una revuelta en los medios en contra del
Athletic, se convierta en símbolo o representante de los colores. De lo
deportivo, de su contribución, poco que decir. Habrá quien lo achaque a la
falta de rodaje, hay quienes nos quedamos con su falta de ganas. Y hasta
resulta comprensible. Fernandito, a buen seguro, se tomó la contienda como un
amistoso. Es lo que sucede cuando tienes más amigos en la caseta rival que en
la propia.
El resto, anécdota. La entrada de Morán, el desacierto
voluntarioso de Muniain, la escasez deportiva de Aurtenetxe para ostentar la
titularidad del costado zurdo, los problemas de Ekiza con el reparto del balón,
el flaco favor que han hecho a Ibai quienes han sobreponderado su toque con el
exterior, si Gorka pudo o no hacer algo más en el tiro de falta de CR9, la
falta de carácter de San José, la incapacidad de sacar provecho del balón
parado o para generar peligro de disparo desde fuera de la frontal… en
definitiva, una retahíla de defectos que llevan demasiado tiempo sin
solucionarse por parte de un entrenador que hace brillantes análisis en las
ruedas de prensa post-partido, pero que se muestra incapaz de revertir la situación.
Por mucho que a algunos nos maraville el personaje Bielsa, por más que
compartamos su forma de ver el fútbol, cómo su romanticismo encarna como anillo
al dedo con la falta de pragmatismo, con el idealismo que todos los aficionados
del Athletic llevamos dentro, cada vez los motivos para justificar una
renovación son más escasos.
Y no es por cargarse de razones, pero ya llevamos
advirtiendo que la situación en la tabla sigue siendo preocupante. Mientras los
jugadores se empeñan en calificar como finales los encuentros, algo
especialmente dañino en una Bizkaia que observa como sus equipos siempre las
pierden, la semana pasada hablábamos de poner pilas en la calculadora. Si
alguien no lo ha hecho aún, esperemos que solo sea porque tiene una solar o
porque usa la del móvil. En Coruña, mientras, se congratulan porque sea el
Athletic su próximo rival. Será una piedra de toque para valorar a qué está el
vestuario.
Perfecto análisis, Gontzal. Es dificil ganar al Madrid cuando ellos tienen un presupuesto desorbitado, tenemos bajas importantes y además empezamos el partido con 10 jugadores y 0-1.
ResponderEliminarViendo lo que hace CR7, ayer eché de menos a Goiko y Rocky.
Lo de Riazor es el pasaje a la tranquilidad si se gana o al terror si se pierde. Frente a frente dos de los peores equipos defendiendo.Puede pasar cualquier cosa hasta un paradójico 0-0.
Contini, me has leído el pensamiento. Ayer comentaba al amigo con el que suelo ver los partidos que a CR precisamente Rocky -ese ejemplo le ponía- le hubiese hecho una entrada muy dura nada más comenzar el partido para advertirle que si se pasaba de listo, quizás se perdiese las semifinales de Champions.
EliminarPuede no considerarse una práctica deportiva por los más ingenuos, pero es lo que sucede en los campos. Y lo que practican con bula arbitral Xabi Alonso, Pepe o Ramos. El problema del madridismo es que sólo admiten la dureza propia y no la ajena, lo que hacen los blancos para la prensa madrileña no existe pero no se tolera que a ellos se les responda de igual forma.
Esta liga es una mentira, una papema, una vergüenza, es intolerable desde la falta de respeto de los árbitros, el desigual reparto de dinero y los insultos de los bufones mediáticos madrileños.
Cristiano Ronaldo, con su actitud, conseguirá que alguien que esté de vuelta del fútbol acabe causándole una lesión importante. Porque no se puede ser ni más chulo ni peor persona.
Habría que ver a Rocky o a Goiko con la aplicación del reglamento que se hace hoy en día, desde luego tendrían que adaptar su forma de jugar. Por ejemplo, la infame entrada de Goiko a Maradona sólo fue sancionada con amarilla.
EliminarDesde luego yo no sigo el fútbol ni al Athletic para alentar esos comportamientos de hacer una entrada dura en los primeros minutos con el fin de intimidar al rival. Espero que nadie del Athletic siga jamás ese patrón.
¿Soy un ingenuo?
Lito
Pues seguirían siendo una pareja de centrales de primerísimo nivel ambos. Yo los cambiaba ahora mismo. Gente tan poco sospechosa de ser forofogoitia como Xabier Azkargorta los ponía como ejemplo hace unos años, de esas parejas de centrales que todos los grandes equipos tienen y que marcan época. Lo mismo que Baresi-Costacurta o el propio Goiko con Maceda en la selección hispánica.
EliminarPorque rascar se sigue rascando e intimidando igual, son cosas inherentes al futbol (excepto los jugadores del Athletic, que tienen pinta de no haberse enterado de la fiesta aun). Contaba Liceranzu que con Hugo Sánchez la relación era estupenda... hasta que comenzaba el partido. Hugo Sánchez jugaba con dos espinilleras en cada pierna (una por delante y otra por detras), porque un 9 o las estrellas históricamente siempre han sido conscientes de que les iban a poner las cosas tiesas (Pelé, Maradona, Cruyff o Platini, todos han debido ser conscientes de ello). El episodio de Goiko con Maradona fue un episodio desafortunado, que desde luego no debe manchar la imagen de un central inmenso, que nunca se destacó por su violencia, sino por su contundencia y por unas cuantas virtudes técnicas entre la que destaca la lectura del juego, la anticipación, llegada a gol, un pase en largo bestial,disparo a puerta, estrategia y el corazón que ponía cada minuto que jugó a futbol, que también cuenta.
Si convenimos que Ramalho estuvo bien, se nos autoriza a derogar que toda oportunidad a un meritorio en un partido serio es condenarlo al fracaso? Igual hubiera servido para evitar el bochorno de la foto del saludo de los capitanes. Josu guarda las esencias y Marcelo se sostiene que nos entiende y ambos han permitido semejante ignominia. Me no entender.
ResponderEliminarUrrutia me desconcierta más cada día que pasa. Tanto gure estiloa, tanto maximalismo, y luego se deja a un tipo que ha ofendido a la mayoía social, que ha contribuido, vía su hermano, a desprestigiar e insultar al Club, a la afición, al entrenador, a la directiva, portar el brazalete.
EliminarAsí nos va. Dejamos que nos insulten, que nos tomen el pelo, a cambio de más de 4 millones de euros.
Efectivamente, somos un caso único en el fútbol mundial. Únicos por tontos. Yo el primero.
Personalmente hubiera preferido ver al delantero titular del Bilbao Athletic en el puesto de 9. Creo que Bielsa, a quien he defendido y defiendo como lo mejor que le ha pasado al Athletic en los ultimos 30 años, se equivoca y cada día dá menos razones para su renovación. Igual es cuestión de certificar la permanencia cuanto antes y empezar a hacer probaturas con meritorios del B.A., como Morán, Ramalho, Saborit, etc. El año que viene, si se atreve Cuco, que coja esto y a ver si con un poco de suerte hace una "Clementada" combinando veteranos con jugadores de primer año para ampliar el abanico y meter competitividad. Y por favor, que alguien dé un cursillo de contundencia a los centrales del Athletic, que desde Alkorta parece que el molde por el que hacemos a nuestros centrales es el de una hermanita de la caridad. Y si, con Rocky en el área igual CR7 no hubiera rematado de esa forma tan plástica, como para la portada de Marca. Seguramente Hugo Sánchez lo hubiera podido conseguir, pero el "Manito", ese sí que jugaba en otra galaxia.
EliminarAitor, contado por el propio Iñigo, el "Manito" era el jugador más difícil de marcar que conoció. Y sí, el molde hay que retocarlo, fíjate, luego nos sale un Amorebieta que confunde contundencia con repartir estopa a mansalva, la fuerza bruta de este animal le ha llevado, incluso, a romper la cuerda de la negociación, un fenómeno el amigo, se va al Fulham, y cobrando menos de lo que, en global, le ofrecia el Athletic.
EliminarEn el diagnóstico que haces, coincido, tanto sobre Bielsa como sobre lo de Cuco, que dicen desde ayer que será el entrenador.
Para ser un buen central no hace falta ir por ahí como un pollo sin cabeza soltando mandobles. Es una cuestión de concentración, anticipación, contundencia cuando se debe, ser pegajoso y de no perder el sitio. Ninguna de las cualidades que adornan a los centrales del Athletic a día de hoy. Nos quedamos a medias en todo y así somos incapaces de despejar balones desde el area o de anular a un jugador rival. Fijate Cannavaro en el Mundial 2006. Compara a Hierro con Pepe. No tienen nada que ver. Si es cierto lo de Cuco, me alegro de veras por él y por el Athletic. Espero que la generación de los Morán, Saborit, Albizua, Galarreta, etc, añadan competitividad y mala leche a la primera plantilla después del temporadón que están haciendo con el BA. Se lo merecen. Y si alguno de la primera plantilla se duerme, ya sabe lo que hay.
EliminarBuen análisis, Gontzal. Ya solo me dejas los apuntes de la contracrónica ;-)
ResponderEliminarYa sabes que las contracrónicas son mucho más interesantes que los cuatro garabatos que escribo sobre fútbol, Iñaki.
EliminarEl Cuco con Morán, Kepa, Saborit, Galarreta, Eizmendi ,Jonás, Peña...sacará astillas, un par de refuerzos serios y los tres mosqueteros fuera del vestuario.
ResponderEliminarYa lo hizo en Osasuna, tras pasar por el Promesas cuajo un muy buen equipo. Y desde luego siente el Athletic muy dentro....